"No me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación de todo aquel que cree". (Romanos 1:16)

junio 06, 2004

Se trata de poder

1º Corintios 4:20 dice:
"El reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder".

Muchas veces hablamos de cómo seguir a cristo. Muchas veces queremos dar clases sobre cómo vivir la vida cristiana, y criticamos las faltas de los demás y pensamos cómo nosotros lo haríamos mejor.

La Biblia es clara en lo siguiente: "No se trata de palabras, sino de poder". No se trata de explicar con frases sino con hechos, con el ejemplo.

Se trata de poder, de autoridad, de victoria. Si vivimos en pecado y hablamos de santidad, no vivimos en poder; y el reino de Dios se trata de poder.

Santifiquemos, entonces, nuestra vida en el poder de Dios antes de hablar.

junio 05, 2004

El ladrillo santo

Debemos ser un cascote santo, o al menos, eso es lo que la Biblia dice.

1 Pedro 2:4-5
"A medida que se acercan a Él, la Piedra viva -rechazada por los seres humanos pero escogida por Dios y preciosa para Él-, ustedes también, como piedras vivas, están siendo edificados para convertirse en una casa espiritual".

Debemos ser piedras vivas con las cuales se construya el lugar donde Dios viva por medio de su Espíritu. Efesios 2:18-22 dice:

"Por medio de Cristo tenemos acceso al Padre por un mismo Espíritu.
Consecuentemente, ustedes ya no son extraños ni extranjeros, sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, con el propio Jesucristo como la piedra angular. En Él todo el edificio es unido y se levanta para convertirse en un templo santo en el Señor. Y en Él ustedes también están siendo edificados conjuntamente para convertirse en un lugar donde Dios viva por medio de su Espíritu".


1 Corintios 3:9 dice:
"Ustedes son el campo de cultivo de Dios, el edificio de Dios".
Quien nos predicó a Cristo crucificado echó lo cimientos, y quien nos discipuló en el camino del Señor comenzó a edificar en nosotros. Sin embargo, es responsabilidad de cada uno, como continúa diciendo el versículo 10, "tener cuidado de cómo sobreedificamos".

Teniendo a Cristo como fundamento, debemos construir nuestra vida en torno al conocimiento del Padre, para poder ser un sacerdocio santo que pueda "ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo", como dice 1 Pedro 2:5.

junio 04, 2004

La fe en el poder de Dios

La primera epístola a los Corintios, en el versículo 5 del segundo capítulo dice:

"Vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios".

Cuando leí esto me quedé pensando en su significado. "¿Cómo puede nuestra fe estar basada en el poder de Dios?", me pregunté. Entonces, traté de descifrar aquello que este versículo quería decir palabra por palabra. Esto fue la conclusión a la que llegué:

Comienza diciendo "vuestra fe...". La definición de fe la encontramos en Hebreos 11:1: "Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve".

Entonces, nuestra certeza y convicción deben estar "fundadas en el poder de Dios".

¿Qué es "poder de Dios"? Es el evangelio, según afirman Romanos 1:16 y 1º Corintios 1:18. Pero, ¿qué es el evangelio? El evangelio son las buenas noticias. ¿Cuáles? La gracia, la salvación, la vida eterna.

¿Cómo quedaría, entonces, el versículo? Más o menos así:
"Vuestra certeza y convicción deben estar fundadas en la salvación". Esto es porque Cristo vino al mundo para salvación y no para condenación.

Estén, entonces, nuestra certeza y convicción en Cristo, el autor de la salvación.