La primera epístola a los Corintios, en el versículo 5 del segundo capítulo dice:
"Vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios".
Cuando leí esto me quedé pensando en su significado. "¿Cómo puede nuestra fe estar basada en el poder de Dios?", me pregunté. Entonces, traté de descifrar aquello que este versículo quería decir palabra por palabra. Esto fue la conclusión a la que llegué:
Comienza diciendo "vuestra fe...". La definición de fe la encontramos en Hebreos 11:1: "Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve".
Entonces, nuestra certeza y convicción deben estar "fundadas en el poder de Dios".
¿Qué es "poder de Dios"? Es el evangelio, según afirman Romanos 1:16 y 1º Corintios 1:18. Pero, ¿qué es el evangelio? El evangelio son las buenas noticias. ¿Cuáles? La gracia, la salvación, la vida eterna.
¿Cómo quedaría, entonces, el versículo? Más o menos así:
"Vuestra certeza y convicción deben estar fundadas en la salvación". Esto es porque Cristo vino al mundo para salvación y no para condenación.
Estén, entonces, nuestra certeza y convicción en Cristo, el autor de la salvación.
junio 04, 2004
junio 03, 2004
Lo esencial es invisible
En el mundo, hay dos tipos de personas que no conocen a Cristo: Aquellos que necesitan ver y aquellos que precisan entender. El apóstol Pablo lo explicó así en la primera epístola a los Corintios, capítulo 1 versículo 22:
"Los judíos piden señales, y los gentiles buscan sabiduría".
Nosotros tenemos un problema con esto, y es que muchas veces queremos demostrar o explicar a Dios y su gracia, cuando lo único que nos debemos hacer es, como continúa diciendo Pablo en el versículo siguiente, "predicar a Cristo crucificado".
Es por esto que "el mensaje de la cruz es una locura para los que se pierden" (1º Corintios 1:18a), porque no lo pueden tocar, ver o inteligir.
Romanos 11:32 dice: "Dios sujetó a todos en desobediencia, para tener misericordia de todos". Esto mismo es lo que es una locura. No puede concebirse la idea en la mente humana de que Dios ama y perdona por igual a todos, ya sean asesinos, violadores o simplemente mentirosos. Galatas 2:6 dice: "lo que hayan sido en otro tiempo nada importa, Dios no hace acepción de personas". Es una locura para quien no cree.
Para los que creemos, el mensaje de la cruz es, en cambio, "poder de Dios", como concluye el versículo 18 de 1º Corintios. Espero que a través de nuestras vidas podamos agregarle lo que dice Romanos 1:16: "para salvación de todo aquel que cree".
No importa si nos piden ver. No importa si necesitan entender. "Nosotros predicamos a Cristo crucificado".
"Los judíos piden señales, y los gentiles buscan sabiduría".
Nosotros tenemos un problema con esto, y es que muchas veces queremos demostrar o explicar a Dios y su gracia, cuando lo único que nos debemos hacer es, como continúa diciendo Pablo en el versículo siguiente, "predicar a Cristo crucificado".
Es por esto que "el mensaje de la cruz es una locura para los que se pierden" (1º Corintios 1:18a), porque no lo pueden tocar, ver o inteligir.
Romanos 11:32 dice: "Dios sujetó a todos en desobediencia, para tener misericordia de todos". Esto mismo es lo que es una locura. No puede concebirse la idea en la mente humana de que Dios ama y perdona por igual a todos, ya sean asesinos, violadores o simplemente mentirosos. Galatas 2:6 dice: "lo que hayan sido en otro tiempo nada importa, Dios no hace acepción de personas". Es una locura para quien no cree.
Para los que creemos, el mensaje de la cruz es, en cambio, "poder de Dios", como concluye el versículo 18 de 1º Corintios. Espero que a través de nuestras vidas podamos agregarle lo que dice Romanos 1:16: "para salvación de todo aquel que cree".
No importa si nos piden ver. No importa si necesitan entender. "Nosotros predicamos a Cristo crucificado".
junio 02, 2004
Sabios en lo bueno, ingenuos en lo malo
Antes de despedirse, en el capítulo final de la epístola a los Romanos, Pablo le pide a los miembros de esa iglesia una última cosa:
"Quiero que sean sabios en lo bueno, e ingenuos en lo malo". (Romanos 16:19b)
En la primera carta a los Corintios, lo expresa de la siguiente manera:
"Hermanos, basta de pensar como niños. Sean niños en la malicia, pero adultos en el modo de pensar". (1º Corintios 14:20)
Es por esto que debemos instruirnos en el conocimiento de la Palabra, así como también en el descubrimiento de la voluntad de Dios y en la comunión con Él.
Pablo dice que debemos ser sabios en lo bueno. El rey Salomón, hijo de David, habla mucho sobre la sabiduría en sus Proverbios. Aquí hay algunos de ellos:
"La sabiduría comienza por honrar al Señor; conocer al Santísimo es tener inteligencia". (Proverbios 9:10)
"Presta oído a la sabiduría; entrega tu mente a la inteligencia". (Proverbios 2:2)
"Atiendan a la instrucción, no rechacen a la sabiduría". (Proverbios 8:33)
"Aplica tu mente y tus oídos a la instrucción y a los conocimientos". (Proverbios 23:12)
Para alcanzar la sabiduría, es importante la humildad: "Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes" (Proverbios 3:34), porque "la sabiduría está con los humildes" (Proverbios 11:2b).
El versículo que más me gusta de los citados es el que afirma que la sabiduría comienza por honrar al Señor.
Debemos ser sabios en lo bueno e ingenuos en lo malo. Muchas veces es al revés. Cuando Pablo hace una lista de las características de aquellos que rechazan a Dios, en Romanos capítulo uno, en un momento dice: inventores de males. La primera impresión de esto es algo terrible. Nos preguntamos cuán mala tiene que ser una persona para que se diga eso de ella. Nos equivocamos. Para ello, simplemente tiene que ser humana.
Pablo dice en Romanos 14:14 que él está plenamente convencido en el Señor Jesús de que no hay nada impuro en sí mismo. Es cierto. Es nuestra humanidad -los deseos de la carne- los que pervierten esas cosas esencialmente buenas en malas. Nada que Dios creó es malo, pero cuando el hombre tergiversa su utilización, comienza a serlo.
Por ejemplo, la creación de Internet no fue mala en sí, al menos hasta que a alguien -un inventor de males- se le ocurrió utilizarla para difundir pornografía e imágenes de violencia. A su vez, el chat no era malo hasta que alguien -otro inventor de males- lo comenzó a utilizar para practicar cyber sexo (y con esto tergiversaba el uso del canal y del sexo).
Es decir, al hombre le es extremadamente sencillo ser sabio para el mal, precisamente porque luego de haber pecado por primera vez, tiende a seguir haciéndolo.
Dios nos pide, entonces, que seamos sabios en lo bueno e ingenuos en lo malo. Esto es estar firmes en el conocimiento de Dios y en la voluntad de rechazar lo malo.
Santiago lo resume así:
"Sométanse a Dios. Resistan al diablo, y él huirá de ustedes". (Santiago 4:7)
"Quiero que sean sabios en lo bueno, e ingenuos en lo malo". (Romanos 16:19b)
En la primera carta a los Corintios, lo expresa de la siguiente manera:
"Hermanos, basta de pensar como niños. Sean niños en la malicia, pero adultos en el modo de pensar". (1º Corintios 14:20)
Es por esto que debemos instruirnos en el conocimiento de la Palabra, así como también en el descubrimiento de la voluntad de Dios y en la comunión con Él.
Pablo dice que debemos ser sabios en lo bueno. El rey Salomón, hijo de David, habla mucho sobre la sabiduría en sus Proverbios. Aquí hay algunos de ellos:
"La sabiduría comienza por honrar al Señor; conocer al Santísimo es tener inteligencia". (Proverbios 9:10)
"Presta oído a la sabiduría; entrega tu mente a la inteligencia". (Proverbios 2:2)
"Atiendan a la instrucción, no rechacen a la sabiduría". (Proverbios 8:33)
"Aplica tu mente y tus oídos a la instrucción y a los conocimientos". (Proverbios 23:12)
Para alcanzar la sabiduría, es importante la humildad: "Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes" (Proverbios 3:34), porque "la sabiduría está con los humildes" (Proverbios 11:2b).
El versículo que más me gusta de los citados es el que afirma que la sabiduría comienza por honrar al Señor.
Debemos ser sabios en lo bueno e ingenuos en lo malo. Muchas veces es al revés. Cuando Pablo hace una lista de las características de aquellos que rechazan a Dios, en Romanos capítulo uno, en un momento dice: inventores de males. La primera impresión de esto es algo terrible. Nos preguntamos cuán mala tiene que ser una persona para que se diga eso de ella. Nos equivocamos. Para ello, simplemente tiene que ser humana.
Pablo dice en Romanos 14:14 que él está plenamente convencido en el Señor Jesús de que no hay nada impuro en sí mismo. Es cierto. Es nuestra humanidad -los deseos de la carne- los que pervierten esas cosas esencialmente buenas en malas. Nada que Dios creó es malo, pero cuando el hombre tergiversa su utilización, comienza a serlo.
Por ejemplo, la creación de Internet no fue mala en sí, al menos hasta que a alguien -un inventor de males- se le ocurrió utilizarla para difundir pornografía e imágenes de violencia. A su vez, el chat no era malo hasta que alguien -otro inventor de males- lo comenzó a utilizar para practicar cyber sexo (y con esto tergiversaba el uso del canal y del sexo).
Es decir, al hombre le es extremadamente sencillo ser sabio para el mal, precisamente porque luego de haber pecado por primera vez, tiende a seguir haciéndolo.
Dios nos pide, entonces, que seamos sabios en lo bueno e ingenuos en lo malo. Esto es estar firmes en el conocimiento de Dios y en la voluntad de rechazar lo malo.
Santiago lo resume así:
"Sométanse a Dios. Resistan al diablo, y él huirá de ustedes". (Santiago 4:7)
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