"No me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación de todo aquel que cree". (Romanos 1:16)

junio 01, 2004

Rebosantes de esperanza

Mientras vamos creciendo en el camino de la gracia, Dios nos va dotando de más "esperanza en la vida eterna, la cual Dios, que no miente, prometió desde antes del principio de los tiempos", como dice Tito 1:2.

Romanos 15:13 dice:
"A medida que crean en Él, que el Dios de la esperanza los llene de toda alegría y paz, para que rebosen de esperanza por el poder del Espíritu Santo".

Esto es, porque "el Espíritu Santo derramó abundantemente en nosotros a través de Jesucristo nuestro Salvador, para que habiendo sido justificados por su gracia, llegáramos a ser herederos que abrigan la esperanza de recibir la vida eterna". (Tito 3:6-7)

Pablo afirma también en 1º Tesalonicenses 5:8, que "debemos estar protegidos por el casco de la esperanza de salvación".

La manera de crecer en esta esperanza es acercándonos más a Dios. Por lo que debemos "mantenernos firmes en la esperanza que profesamos, porque fiel es el que hizo la promesa (de la vida eterna)", como dice Hebreos 10:23.

Dios "nos hizo renacer para una esperanza viva y para que recibamos una herencia indestructible, incontaminada e inmarchitable", dice 1º Pedro 1:3-4. Vivamos, entonces, para esa esperanza que el Espíritu Santo nos da. Principalmente, porque esa esperanza nos llenará de alegría y de paz.